No había habido dos corazones tan abiertos, dos gustos tan similares, ni tantas cosas en común, más comunidad de sentimientos, ni figuras más recíprocamente amadas.
Ahora estaban en camino a convertirse con el tiempo en dos extraños. No; peor que extraños, porque jamás podría volver a conocerse. Todo estaba a punto de convertirse en un exilio
perpetuo, sin razón ni explicación justa para tal destino
No hay comentarios:
Publicar un comentario